Tilcara, Jujuy, Argentina. 2017 - 2023
En el corazón del noroeste argentino, la Quebrada de Humahuaca se transforma durante la Semana Santa en un escenario de profunda devoción y rica tradición cultural. Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003, acoge una celebración que fusiona influencias indígenas, prehispánicas y españolas, creando un tapiz cultural único en el mundo. En este contexto, la figura de la Mamita de los Cerros, también conocida como la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral, se erige como un símbolo central de la fe y la cultura en Tilcara.
La Mamita de los Cerros es mucho más que una simple imagen religiosa; representa una fusión sincrética entre las antiguas creencias andinas y las influencias del catolicismo español. La tradición de las peregrinaciones a gran altitud, que tiene sus raíces en tiempos incaicos y preincaicos, refleja la conexión espiritual profundamente arraigada en los Andes. La devoción actual hacia esta Virgen es un testimonio vivo de esa mezcla cultural, simbolizando tanto la espiritualidad indígena como la fe cristiana.
Uno de los momentos más destacados de la Semana Santa en Tilcara es la peregrinación para traer la imagen de la Virgen desde su santuario, ubicado a 4,000 metros sobre el nivel del mar. Este evento es el más importante y concurrido del norte argentino, subrayando su enorme significancia cultural. Acompañando a la Virgen en su descenso, bandas de "sikuris" tocan instrumentos de viento tradicionales llamados sikus, una expresión cultural que añade una dimensión única a esta celebración religiosa. Con hasta 5,500 músicos participando, esta tradición musical enriquece la experiencia comunitaria y religiosa.
La figura de la Mamita de los Cerros también está rodeada de leyendas y creencias locales. Las tradiciones orales hablan de orígenes milagrosos, incluyendo la historia de su creación a partir de una misteriosa piedra blanca encontrada por un pastor. Se cree que el poder atribuido a la imagen proviene de esta piedra original, lo que resalta la convergencia de creencias indígenas y católicas en la región.
Además de su importancia espiritual, la figura de la Virgen juega un papel crucial en la dinámica social de la comunidad, abordando especialmente temas que afectan a las mujeres. Las procesiones y oraciones asociadas con La Mamita de los Cerros suelen enfocarse en temas de valores familiares, educación y derechos de las mujeres, reflejando así las preocupaciones contemporáneas dentro de un marco de tradición religiosa.
Otro aspecto esencial de la Semana Santa en Tilcara es el Via Crucis, que se lleva a cabo en las calles del pueblo y cuenta con la participación activa de toda la comunidad. Las estaciones del Via Crucis están marcadas por ermitas, elaborados altares decorados con motivos florales y religiosos, creados por las familias locales. Estas ermitas no solo son una expresión de devoción, sino también una manifestación artística que refleja el compromiso de la comunidad con la tradición. La creación de estas ermitas a menudo involucra una amistosa competencia entre familias, destacando tanto la habilidad artística como el sentido de unidad y participación en la celebración.
La Semana Santa en Tilcara, con la Mamita de los Cerros en su centro, y el Via Crucis acompañado por las ermitas, es un claro ejemplo de cómo el paisaje, la fe y el patrimonio cultural se entrelazan para crear una tradición única y perdurable. Este fenómeno no solo es un testimonio de la resistencia de las costumbres locales, sino también de la naturaleza dinámica de la expresión cultural en una región que sigue navegando entre su pasado ancestral y su presente contemporáneo.
In the heart of northwestern Argentina, the Quebrada de Humahuaca transforms during Holy Week into a scene of deep devotion and rich cultural tradition. This region, declared a UNESCO World Heritage site in 2003, hosts a celebration that blends indigenous, pre-Hispanic, and Spanish influences, creating a unique cultural tapestry. Central to this celebration is the figure of the **Mamita de los Cerros**, also known as the Virgin of Copacabana del Abra de Punta Corral, a symbol of faith and culture in Tilcara.
The Mamita de los Cerros is much more than a simple religious image; it represents a syncretic fusion of ancient Andean beliefs and Spanish Catholic influences. The tradition of high-altitude pilgrimages, rooted in Incan and pre-Incan times, reflects the deep spiritual connection that the Andean people have with the mountains. The current devotion to this Virgin is a living testament to that cultural blend, symbolizing both indigenous spirituality and Christian faith.
One of the most significant events of Holy Week in Tilcara is the pilgrimage to bring the image of the Virgin down from her sanctuary, located 4,000 meters above sea level. This event is the most important and well-attended pilgrimage in northern Argentina, underscoring its enormous cultural significance. Accompanying the Virgin on her descent, bands of "sikuris" play traditional Andean wind instruments called sikus, adding a unique cultural dimension to the religious celebration. With up to 5,500 musicians participating, this musical tradition enriches the communal and religious experience.
The figure of the Mamita de los Cerros is also surrounded by local legends and beliefs. Oral traditions speak of miraculous origins, including the story of her creation from a mysterious white stone found by a shepherd. The power attributed to the image is believed to stem from this original stone, highlighting the blend of indigenous and Catholic beliefs in the region.
Beyond its spiritual importance, the Virgin plays a crucial role in the social dynamics of the community, particularly in addressing issues that affect women. The processions and prayers associated with La Mamita de los Cerros often focus on themes of family values, education, and women's rights, reflecting contemporary concerns within a framework of religious tradition.
Another essential aspect of Holy Week in Tilcara is the **Via Crucis**, which takes place on the streets of the town with active participation from the entire community. The stations of the Via Crucis are marked by **ermitas**, elaborate altars decorated with floral and religious motifs, created by local families. These ermitas are not only expressions of devotion but also artistic manifestations that reflect the community’s commitment to tradition. The creation of these ermitas often involves friendly competition among families, showcasing both artistic skill and a strong sense of unity and participation in the celebration.
Holy Week in Tilcara, with the Mamita de los Cerros at its center and the Via Crucis accompanied by ermitas, is a vivid example of how landscape, faith, and cultural heritage intertwine to create a unique and enduring tradition. This phenomenon not only testifies to the resilience of local customs but also to the dynamic nature of cultural expression in a region that continues to navigate between its ancestral past and its contemporary present.





















































